1. Relajar el cuerpo
Por Claudia del Valle
Empecé a meditar cuando tenia 14
años. Bueno, realmente comencé solo con relajación, pues encontré un libro, el
primer libro que me enseñó que había algo más, El poder de la mente Subconsciente.
Trata básicamente de cómo manejar la mente para obtener
resultados, algo que hoy en día ha sido retomado por libros como EL SECRETO. Libros
excelentes, que muestran como tenemos el control sobre nuestra mente, y podemos
obtener resultados maravillosos, únicamente cambiando el modo de pensar.
En este libro, El poder de la mente Subconsciente, se presentan varios ejercicios, sencillos, donde se
enseña la relajación. Este es el primer
paso.
Así que cuando comencé a relajarme,
me encontré con algo nuevo y maravilloso: sentir que el cuerpo se podía
controlar, se podía soltar completamente, y que aun así, mi mente seguía
despierta, activa. No fue fácil, una
adolescente de 14 años no se quiere estar quieta, no se puede estar quieta. Pero afortunadamente, los ejercicios se
realizaban al momento de despertarse y antes de dormir. De otra forma,
difícilmente lo habría logrado.
Luego de la relajación del cuerpo,
la mente entra en una etapa de quietud
activa, en la que, si se dan las ordenes
adecuadamente, estas se cumplen. Ordenes puntuales, sobre logros que se quieren
alcanzar, de salud, bienestar, cosas
claras y concisas. Y, la clave de esto es la repetición. Hacerlo al despertarse, al
acostarse.
Para mi fue MAGIA, las cosas iban
saliendo a la perfección, como yo las pensaba o las ordenaba!!!
Hoy entiendo que lo que sucede es que la mente
da la orden, pero que al pensar de forma positiva, y generar ese tipo de
pensamientos, se genera un cambio de actitud, ves desde otro punto de vista las cosas, las
situaciones y, simplemente actúas para que esas cosas
sucedan.
Atraes lo que piensas, eso es.
Y si enfocas tu pensamiento en lo que quieres, pues, eso obtienes. Por ejemplo,
en esa época estudiaba en un colegio, pero era un colegio que yo no quería, no
me gustaba, me sentía mal allí. Y aplicando lo aprendido en el libro, me
enfoqué en cambiar, pero a un colegio puntualmente que sí quería y que me
gustaba mucho. Así que día y noche
enfocaba mi mente en el resultado, estar en ese colegio. Me veía allí,
estudiando, feliz, con buenas calificaciones.
Y, todo se fue dando, mi papá que
era reacio a ese cambio, lo aceptó, y yo me enfoque en estudiar mucho para
pasar la prueba de ingreso. Pero para mi no fue un sacrificio, eso era lo que
quería. Así que finalmente mi mente enfocó todo para que sucediera de esa
manera, y obviamente, sucedió. Ingresé a ese colegio, y me convertí en una fiel
adepta del Poder de la mente Subconsciente. Allí comencé mi camino hacia la meditación...
Y es el primer paso, relajar el
cuerpo. Es increíble como estamos tan inconscientes en nuestro diario vivir que
cuando alguien se sienta a relajarse, no puede estar quieto ni 1 minuto. Y no
es su culpa, simplemente no estamos acostumbrados a la quietud, todo es acción,
pero acción a veces sin sentido.
Y cuando le pedimos a alguien que se siente cómodamente,
y le decimos que cierre sus ojos, ahí viene la primera reacción. Nos da miedo cerrar los ojos, estamos tan a la
defensiva que creemos que alguien nos va a atacar o hacer daño, y no queremos
cerrar los ojos, nos sentimos débiles, sin protección. Por eso, esta primer
parte, es importante practicarla en un sitio tranquilo, cerrado, ojalá sin
ningún tipo de ruido.
Es importante relajar nuestros
sentidos, que finalmente son quienes nos ayudan a percibir el mundo exterior.
Primero, ojos cerrados. Segundo, un
lugar en silencio, y puedes colocar música suave, música para relajación.
Tercero, puedes relajar tu olfato, con incienso, esencias o velas de olor. Todo
esto hace que nuestros sentidos se calmen, se sientan cómodos y permiten que el
cuerpo se empiece a relajar. Puedes usar todos, o solo alguno. Decídelo tu.
Busca una posición que te permita
estar comod@, sin tensiones. Ojalá lo hagas sentad@, pues cuando nos acostamos,
es mucho más fácil dormirnos. Pero si
nunca has practicado relajación y quieres acostarte, hazlo, no pasa nada.
Finalmente si te duermes, lograste
relajarte, que es la idea inicial del ejercicio.
Comienza a practicar, verás el cambio en tu cuerpo, tu mente y tu espiritu. Comenzarás a sentir más Paz y serenidad en tu vida.
NAMASTÉ
No hay comentarios:
Publicar un comentario