jueves, 18 de agosto de 2011

APRENDER A DECIR NO



Por Claudia del Valle
No sé si te pasa, pero hay días en que hacemos  montones de cosas, terminamos  rendid@s,  y cuando hacemos  el balance, nada, no hemos hecho nada...

Y  lo que sucede es que hemos  estado haciendo cosas para otras personas. O interrumpimos nuestras tareas   para colaborarle a alguien con algo, o para resolver alguna inquietud o duda.

Está bien ayudar, lógico, pero debemos balancear las situaciones y lo que hacemos por otras personas. Es fácil revisar el tema, solo contesta estas preguntas:

¿Estás diciendo sí a todo lo que te piden?

¿Te comprometes con más de lo que puedes cumplir?

¿Te sientes  culpable si dices no a tu jefe,  un cliente, un empleado, tu pareja, tus hijos o amigos?

¿Cada vez te alcanza menos el tiempo y eres menos productiv@?

Si respondes sí  a alguna de estas preguntas, debes hacer un alto y evaluar lo que estás haciendo y cómo lo estás haciendo.

Algunos trucos:

  • Aprende a PRIORIZAR. Si es necesario, haz una lista de tus prioridades, personales, familiares, laborales. Si tienes claro que es lo más importante para ti, para tu día, sabrás si esa tarea, ese favor, ese informe, tiene que ver con tu día o no, y puede ser más fácil decir: NO.
  • Antes de decir SI, revisa si tienes el tiempo para llevar a cabo esa tarea.  Es mejor decir NO a incumplir después por falta de tiempo o de energía.
  • No abandones o dejes de hacer una tarea por atender algo que te piden. Bueno, a no ser que sea un imprevisto, como un accidente o algo así. Pero si haz definido  un tiempo para realizar una labor, pídele a esa persona, que espere a que termines  para poder atenderl@.
  • Delega. Si hay alguien que lo puede hacer, igual o mejor que tú, ¿por qué lo tienes que hacer tu? Eso libera tiempo para ti, para tus actividades, para tu familia.
  • Recuerda que si esa tarea que te piden te quita tiempo valioso con tu familia o contigo mism@, debes volver al primer punto: ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Vale la pena? Tal vez si es muy de vez en cuando esté bien, pero si se vuelve un tema regular, ten cuidado.
  • No olvides el tiempo para ti mism@, para hacer eso que te gusta, así sea recostarte a ver la TV, o leer, o hacer deporte. Ten en cuenta eso dentro de tus prioridades también. No cambies ese tiempo personal; estar contigo te ayuda a recobrar energías, a ser más equilibrad@, y a tener más paz y serenidad.
Finalmente, todo esto se basa en seguridad en nosotros mismos. Si sabemos y tenemos claro que somos importantes, que tenemos y merecemos nuestro espacio, nuestro tiempo, nuestra manera de pensar y de ver la vida, será más fácil mantenernos en el NO cuando sabemos que debe ser así. 

Quiérete, respétate, valórate. Decir que NO está bien, aprovéchalo.

NAMASTÉ

No hay comentarios:

Publicar un comentario