martes, 16 de agosto de 2011

NO POSTERGAR


“Si crees  que puedes  o crees  que no puedes, en ambos casos tienes  la razón”  H. Ford
Por Claudia del Valle
 
Como diría  el Dr Wyne Dyer en su libro Tus zonas erróneas,  el hecho de postergar en sí mismo no es malsano, el problema es la reacción emocional que genera y la inmovilización que produce. Y definitivamente es así, cada vez que recuerdo que estoy dejando de hacer algo, tengo una terrible sensación dentro de mí, angustia, ansiedad. Y lo increíble, es que prácticamente todas las personas en el mundo sufrimos de lo mismo, postergar, y angustiarnos por ello. 

Hay distintas razones para postergar, pero básicamente todas se resumen a “esperar que pase algo en el futuro” o a no vivir en el presente. Creemos que algo sucederá y que mágicamente podremos realizar eso que siempre hemos querido pero que HOY no se puede, o que aquella tarea que no queremos hacer, se realizará por arte de magia y sin nuestra ayuda.

Si miramos detenidamente el tema, es absurdo, postergar y sufrir por ello. Lo lógico es que si es algo que podemos hacer, simplemente lo hagamos; si es algo que queremos hacer pero en este momento no se puede, pues, no se puede. Ya habrá un momento para ello, no suframos, no nos estresemos por eso.

Parece que una de las principales razones para postergar, y se cumple en mi caso, es el miedo. Miedo a fracasar, miedo a empezar, miedo a no ser suficientemente bueno, miedo a finalmente cumplir una meta y luego, qué. Como en el libro “El alquimista”, el mercader de cristales con el cual trabaja Santiago el protagonista; el sueño del mercader era ir a la Meca, pero cuando finalmente tiene el dinero y el tiempo para ir,  Santiago le pregunta por qué no va, y el mercader le contesta: “...Tengo miedo de realizar mi sueño y después no tener motivos para continuar vivo.”...”Tengo miedo de que sea una gran decepción, entonces prefiero  sólo soñar”.

Postergar consume mucha energía, desgasta emocionalmente, nos hace sentir culpables. Definitivamente  es algo que debemos eliminar de nuestras vidas si estamos tratando de ser felices, y de vivir con paz y serenidad.

Así que algunas pautas para disminuir la postergación son:


  • Evalúa la razón por la que estás postergando esa tarea específicamente: es miedo, pereza, falta de tiempo.
  • Si el tema es tiempo, tal vez necesitas menos tiempo del que crees para realizar esa tarea. Si tu escritorio está lleno de papeles,  puede que te demores más buscando ese documento que necesitas entre tu desorden, que organizándolo.  Quizás piensas que tienes que dedicar 3 horas a esa tarea, pues puedes hacerlo en jornadas de 30 minutos cada día hasta que termines. Programa con reloj esos 30 minutos y disfruta la satisfacción de la tarea realizada. Puede suceder que termines en los primeros 30 minutos!!!
  • Por lo general  lo que más tememos no es dedicar tiempo y energía a una tarea, sino COMENZARLA!
  • Si descubres que definitivamente es una tarea que no te gusta hacer, pero la debes hacer, hay 2 opciones: realízala antes de hacer algo que te gusta, de esta forma, eso que te gusta hacer, será un aliciente. O, ayúdate con algo que te agrada, mientras realizas esa tarea fastidiosa: A mí me funciona, si tengo que lavar los platos, pongo música que me gusta y así termino sin darme cuenta.
  • Si eso que postergas es un hábito que te conviene adquirir, el ejercicio de los 21 días funciona.  Asegúrate de realizar esa tarea todos los días durante los próximos 21 días, de esta manera se crea el hábito y se vuelve una necesidad realizar esa tarea. Ten  paciencia,  día a día, felicítate cada nuevo día que lo logres, y recuerda, si  no lo haces durante 1 día, antes de los 21, vuelve  a empezar, porque lo que necesitas es crear el hábito. 
  • Recuerda el poder de las recompensas.  Puedes hacer una lista de las recompensas que quieres y puede darte. Cuando termines  una tarea, consiéntete, te lo mereces.
  • Si lo que estas postergando es una meta, que siempre ha permanecido en el futuro lejano, siéntate y revisa qué te ha impedido realizarla: es tiempo, dinero, conocimiento. Pon una fecha, que sea motivante, que no te frustres porque está demasiado cerca y no puedes reunir los recursos o las vacaciones para hacerla.  Tampoco que esté tan lejos para que jamás la cumplas.  Con base en esa fecha, planea tiempos, dinero, y todo lo que tenga que ver con tu meta, para cumplirla. Ve escribiendo los avances , y verás como te vas sintiendo cada vez más motivad@ y por qué no, puede que la puedas cumplir antes de lo planeado. Recuerda eso sí, lo más importante es QUERER VIVIR esa meta, no solo soñarla, como el mercader de cristales.

Finalmente, lo más importante es no generar estrés, sino paz, si son tareas que podemos delegar, hagámoslo, no pongamos más cargas en nuestros hombros de las que podemos soportar. Si son metas inalcanzables relajémonos y démosle tiempo al tiempo. 

Sin prisa pero sin pausa. Esa es la clave.


NAMASTÉ

No hay comentarios:

Publicar un comentario