miércoles, 20 de julio de 2011

¿QUE ES MEDITAR?

Por Claudia del Valle

En este mundo tan acelerado, tan enloquecido por el hacer y el tener, que nos exige estar en permanente movimiento y que es controlado principalmente por el ego y la mente, es muy fácil perdernos a nosotros mismos.  Olvidar quienes somos en realidad y enfocarnos solamente en los resultados: soy lo que hago y lo que tengo.
Pero tarde o temprano, nuestro verdadero SER nos reclama. Y es un día, de repente que empezamos a cuestionar lo que hacemos, ¿para que sirve esta locura? ¿Qué sentido tiene esta carrera constante por no llegar a ningún lado?  Sentimos que hay algo más… SENTIMOS, y dejamos de PENSAR por un momento.
Así que comenzamos a buscar ese algo más que debe haber, no puede ser que la vida sea sólo esto. Regularmente nos acercamos a alguna religión, a voluntariados para ayudar a otros, o lecturas que nos acerquen a nosotros mismos.
En los últimos 30 años, el mundo occidental ha encontrado en las prácticas orientales como el yoga,  el Thai chi, Chi kung, y otras disciplinas, la forma de acercarse a su interior, de aquietar la mente y sentir más quien es realmente.
Y, de alguna manera, todas las disciplinas orientales, involucran la meditación como pilar esencial de sus ejercicios. Meditar es aquietar la mente.
El ser humano está conformado por tres entes: cuerpo, mente y espíritu. Y para llegar a realizar un verdadero contacto con nuestro espíritu, con nuestro SER, debemos disminuir la actividad de las otras dos partes, primero el cuerpo y después la mente.
Por eso, lo primero que debemos aprender a hacer para disminuir tanta actividad y locura en nuestra vida, es  relajar nuestro cuerpo. No es tan complicado, solo necesitas practicarlo con regularidad, y el cuerpo te va a responder.
La tarea más complicada aquí, es detener la mente, o por lo menos aquietarla.  Y es que estamos tan acostumbrados a pensar  todo el día,  pensamientos repetitivos, ideas nuevas, pasado, presente, futuro.  Es muy común que la gente diga: Somos lo que pensamos, como voy a detener mis pensamientos, dejaría de existir!!!
Sin embargo, todas las personas que logran aquietar sus mentes, aunque sea por breves momentos, sienten la diferencia. Una práctica muy sencilla para aquietar la mente, es entrar en contacto con la naturaleza. Cuando nos enfocamos en contemplarla, en disfrutarla, y logramos quedar absortos ante tanta belleza, olvidamos todo lo demás. En ese instante, estamos aquietando la mente, alcanzamos a hacer contacto con lo que somos realmente, y por eso sentimos paz.
Pero aquietar la mente debe ser algo que fluya. No puedes obligar a tu mente a que se detenga, porque ella reacciona pensando más. Lo que debes hacer es observar tus pensamientos, como si estuvieras viéndolos desde la puerta o ventana de tu casa, y ellos pasaran por la calle. Los ves,  pero no los absorbes, no te detienes en ellos, solo los dejas pasar. Entonces, en algún momento  al practicar esto continuamente, simplemente se detienen, dejan de pasar por esa calle.  Y es allí, cuando logras estar en paz.
Para mí, meditar es como cuando estás en una playa, con más gente alrededor. Escuchas la gente, ves tanto movimiento, niños jugando, corriendo,  incluso el sonido fuerte de las olas. Esa playa es el mundo cotidiano, externo. Y entonces decides meterte al mar, el primer contacto con el agua, es delicioso, sientes el agua tibia en tu piel, y te sumerges, las olas no son fuertes, son suaves, y permites que estas te lleven, suavemente, como meciéndote. En ese momento, relajas tu cuerpo, primer paso.  Pero sigues oyendo el ruido, la gente, y decides zambullirte, dentro del agua, y vas al fondo. Allá en ese lugar, escuchas lejanamente el ruido, o de pronto no escuchas absolutamente nada, y solo sientes tus movimientos en el agua. Hay silencio, paz, tranquilidad. Sabes que allá arriba, el ruido, la gente, todo sigue, pero en ese momento, tú estás en silencio y en paz, solo contigo mismo.
Eso es meditar, zambullirte en el océano del SER, de ti mismo, y encontrar el silencio, volver a la fuente.
NAMASTÉ

No hay comentarios:

Publicar un comentario