viernes, 8 de julio de 2011

AGRADECER


Vivimos tan atareados, tan involucrados en nuestras rutinas diarias: trabajar, estudiar, nuestros hijos. Nuestro día es una carrera.
Estamos  tan obsesionados con el tener: tener un trabajo, tener más dinero, tener una casa, un carro, una posición social, un novio o novia, un perro...
Y eso, nos enfoca en el hacer; todo el día estamos “haciendo algo”, tanto que cuando no tenemos una actividad programada, nos sentimos mal, desocupados, perdidos. Es tanto nuestro afán de hacer, de tener,  que a veces solo nos enfocamos en pedir: pedir salud, pedir dinero, pedir amor, pedir paz, pedir  y  pedir.

La carrera diaria nos atrapa

Se nos olvida dar las gracias por tanto que tenemos: nuestro cuerpo: ojos, manos, pies, brazos.  La salud, que damos por hecho que siempre será buena. Los seres que amamos, que nos acompañan en el día a día, a los que tantas veces maltratamos con nuestra indiferencia, con nuestra inconsciencia, con nuestros afanes.  Los que amamos que están lejos, pero que cada día tienen pensamientos buenos y oraciones para nosotros, aunque nunca los llamemos o les escribamos un “Hola”.
  Hasta olvidamos dar las gracias por el alimento que recibimos. Siempre está ahí, no?,  si no hay en el refrigerador, está el supermercado, nunca falta! Solo cuando sufrimos algún percance, alguna situación complicada, una dificultad económica o de salud, apreciamos lo importante que es tener un plato de comida sobre nuestra mesa, poder saborearlo, y especialmente poder compartirlo con quienes amamos.

El paso más fácil para sentirnos mejor


Solo detengámonos 1 minuto. Agradezcamos cada día, cada momento que se nos permite vivir.
Hay una práctica muy sencilla que aprendí en el libro EL SECRETO, de Rhonda Byrne:

 Antes de levantarnos de nuestra cama, en el momento de abrir los ojos, hay un instante maravilloso de quietud, un instante en el que nos damos cuenta que estamos vivos, que es un nuevo día. Recibamos ese nuevo día con gratitud, solo es necesario decir GRACIAS, sentir desde el corazón la gratitud: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. 
Con estas sencillas palabras estamos enviando al universo,  a Dios,  al  Todo, como le quieras llamar,  las gracias por existir; y de alguna manera esa energía que enviamos al universo a través de la sensación de gratitud,  se devuelve a nosotros en forma de paz, serenidad, actitud positiva frente a la vida. Cuando sentimos gratitud, es imposible ser negativos, porque nos estamos enfocando en todo lo bueno que nos ha dado la vida. Está prohibido poner un solo pie en el suelo, sin haber dado las gracias. Solo hasta que sintamos, realmente sintamos  esa gratitud, nos podemos levantar de la cama. Y, es absolutamente seguro que tu día comienza diferente, más alegre, más seguro, con una actitud diferente.

Tarea diaria: Ser agradecidos

La tarea es pues, agradecer: Agradezcamos a esa persona que está con nosotros, en las buenas y en las malas,  todos los días. Amigos, esposo, esposa, compañeros, hijos, hermanos, madres, padres, abuelos, agradezcamos por su existencia,  porque están aquí con nosotros, incondicionales. Agradezcamos cada palabra de aliento, cada sonrisa, cada saludo, cada abrazo.
Si vivimos en gratitud permanente hacia la vida, esta se muestra más sencilla, más alegre, menos compleja, más positiva; hay  menos negativismo cuando  agradecemos, cuanto estamos en constante gratitud con todo lo que es.

Gracias, Gracias, Gracias

Hoy doy gracias por este blog, por la vida, por permitirme compartirlo contigo, doy gracias por ti que estás leyendo esto en este momento.

Un regalo adicional

Ya que llegaste hasta aquí, te dejo esta hermosa oración. No importa en quién creas, puedes cambiar el nombre por el que sea, solo disfrútala!

TANTO QUE AGRADECERTE SEÑOR
Es maravilloso Señor,
Tener los brazos abiertos, cuando hay tantos mutilados.
Mis ojos ven, cuando hay tantos sin luz.
Mi voz canta, cuando hay tantos que enmudecen.
Mis manos trabajan, cuando hay tantos que mendigan.
Es maravilloso volver a casa, cuando hay tantos que no tienen donde ir.
Es maravilloso amar, vivir, sonreír y soñar,
Cuando hay tantos que lloran, tantos que odian y se revuelven en pesadillas, y tantos que mueren antes de nacer.
Es maravilloso tener un Dios en quien creer,
Cuando hay tantos que no tienen consuelo ni fe.
Es maravilloso Señor, sobre todo,
Tener tan poco que pedir, y tanto, tanto que agradecer.


Te gustó la oración?  Tienes otras formas de agradecer? Me interesaría mucho saber tu opinión!!!
NAMASTÉ

No hay comentarios:

Publicar un comentario